That Time You Killed Me

That Time You Killed Me es un juego de mesa en el que tú y tu oponente tendréis que viajar en el tiempo para intentaros borrar mutuamente de la historia. Para demostrar que eres quien creó los viajes en el tiempo, debes utilizar tu invento para encontrar a tu rival en el tiempo y acabar con su vida, ¡antes de que acabe con la tuya!

That Time You Killed Me es un juego abstracto para dos personas que introduce nuevos escenarios con reglas y componentes únicos a medida que juegas. Como en cualquier otro juego que trate de traspasar el tiempo, deberás jugar con este contenido en un orden estricto e inalterable.

Desgraciadamente, como tu enemigo ha esparcido muchas copias de sí mismo por la línea temporal, puede que tengas que hacer la terrible hazaña muchas, muchas veces antes de que funcione. Asegúrate de que no te borran a ti primero.

Aquella vez que me mataste es un juego narrativo abstracto de tiempo y asesinato que introduce nuevos escenarios con reglas y componentes únicos a medida que juegas. Como ocurre con cualquier juego de enredar a través del tiempo, debes jugar a través de este contenido en un orden estricto e inalterable.

Para empezar, coloca tres tableros en fila para representar el pasado, el presente y el futuro. Cada jugador comienza con una ficha de jugador en la misma ubicación en cada tablero 4x4, teniendo el jugador inicial su ficha de enfoque en el pasado mientras que el otro la tiene en el futuro.

En un turno, elige una copia de ti mismo en el tablero donde se encuentra tu ficha de enfoque y realiza dos acciones con esta copia: moverte a un espacio ortogonal adyacente, viajar en el tiempo al siguiente tablero (no está permitido viajar del pasado al futuro) o viajar en el tiempo al tablero anterior, dejando una copia de ti mismo en la ubicación actual cuando lo hagas. Claro, has viajado al pasado, pero si te quedas el tiempo suficiente, volverás justo donde empezaste, ¡así que ahora también estás allí! Al final de tu turno, mueve tu ficha de enfoque a otro tablero.

Según las reglas básicas, asesinas a una copia de tu oponente empujándola contra la pared del tablero de juego. Tienes un número limitado de copias de ti mismo en reserva, y las copias asesinadas no vuelven a tu reserva porque eso sería asqueroso. Si te quedas sin copias, ya no puedes viajar al pasado porque no puedes dejar una copia de ti mismo.

Si en tu turno, tu oponente tiene copias de sí mismo en un solo tablero, ¡ganas!