Senators

La república de Roma está a punto de colapsar, la política romana se ha convertido en una mera cuestión de dinero y es necesario un nuevo lider que emerja de este pozo de corrupción y gobierne con mano de hierro.  ¿Tienes lo que hay que tener para extorsionar, sobornar y comprar a quien sea necesario con tal de tener un voto más que los demás?

En Senators nos haremos cargo de una facción del Senado romano en búsqueda de apoyos entre el resto de senadores.

Durante tu turno, podrás iniciar una subasta. En ella aparecerán cartas con productos de diferentes valores y tus oponentes te podrán hacer una oferta por cada una de ellas. Deberás decidir si deseas vender la carta y acumular dinero o si prefieres pagar la cantidad que te ofrecen para quedártela tú.

El componente psicológico del juego es obvio: ¿qué cantidad puedo llegar a ofrecer que realmente este dispuesto a pagar? O al revés: ¿cuánto es lo mínimo que tengo que ofrecer para que prefiera venderla antes que quedársela?

Alternativamente, en vez de una subasta, podrás proponer una extorsión. Pide tanto dinero como quieras por una carta de cada oponente, ¡pero cuidado!, este puede decidir vendértela por ese precio en vez de conservarla. La psicología vuelve a jugar un importante papel: ¿quiere conservar la carta a cualquier precio o está más que dispuesto a venderla? ¿y a qué precio?

Tu última opción durante el turno es realizar una venta: podrás vender un lote de tres mercancías que poseas y ganar su valor, siempre y cuando se combinen en tipo o número. ¡Vende un paquete del mismo tipo en escalera y el precio se dispara!

¿Has conseguido adquirir las cartas necesarias a un precio adecuado o has dejado que otros te las hayan arrebatado?

Tener suerte con los eventos y no salir muy perjudicado de los conflictos ayudará para llegar a ser nombrado César, pero hay que tener presente que ganará quien haya comprado el mayor número de senadores, así que el dinero es fundamental.

Senators está diseñado por Rikki Taka, autor del afamado Coup. Al igual que éste, no se trata de un juego para los frágiles de corazón… te hará falta toda la sangre fría y capacidad de cálculo para chantajear y engañar a tus rivales.